Volví a la Universidad. El pasado lunes comenzó el segundo semestre y obviamente terminaron mis vacaciones. No quería volver. No es precisamente mi lugar favorito. En estos momentos estoy escribiendo desde ella, estoy en clase de redacción, y el profesor me pide que deje de escribir y haga un ejercicio, donde todo lo que hay que hacer es ponerle comas a unas oraciones. Súper entretenido.
Acabo de terminar el ejercicio. Mi cabeza no está ya a estas horas en clase, estoy en otra parte, dentro de mi misma quizá. Pensando en que hoy en la tarde tengo mi clase de Tai Chi, que es lo mejor que se me ha ocurrido hacer este último tiempo. Sufro de colon irritable y de un par de enfermedades más, que no vale la pena relatar acá, y que me limitan en varias actividades cotidianas, y por que no decirlo también: limitan mi autoestima. El Tai Chi es como el yoga, pero a diferencia de éste, se realiza en movimiento. Me dispongo a hablar hoy sobre este tema ya que para mí ha sido todo un hallazgo el haberme encontrado con esta forma sanadora, ya que posee cualidades que creo muy dignas de rescatar. Por eso les voy a contar un poquito más sobre esta disciplina.
El Tai Chi, también llamado medicina en movimiento, es considerado un arte curativo que trabaja la salud global uniendo el bienestar emocional y mental. Conocido desde la antigüedad, es practicado en oriente desde hace siglos.
La respiración juega un papel fundamental a la hora de realizar los ejercicios de Tai Chi. Esta ayuda a la relajación, y con la relajación del cuerpo y de la mente, se consigue la armonía que nos hace más fácil la práctica. Se consigue regular la digestion, y por ende muchas veces bajar de peso, regular el sueño, relajar tensiones, y a fin de cuentas, ayuda a estar en armonía con uno mismo y con el entorno, haciendome sentir parte de un todo que talvés no había percibido así antes. No se si esto me atrapó en realidad o estoy rayando la papa momentaneamente, conmigo nunca se sabe, pero de todas maneras, si tienen la posibilidad; practiquenlo. No se van a arrepentir.