La suerte, el miedo, la gente y el florero

Ayer en mi clase de filosofía se habló del miedo. De vivir con miedo. Me dijeron que el miedo era a lo desconocido, a lo que no hemos experimentado, pero yo le tengo miedo a cosas que sí he experimentado y que por lo mismo no quiero volver a vivir. Es dificil vivir con miedo. Me limita. Soy una persona temorosa y he tratado de cambiarlo, aunque realmente no he tratado. En el fondo creo que no es mi culpa el tener miedo. Es culpa de todo lo demás menos mía.
Anteanoche llovió muy fuerte, así, con viento. Eso es algo a lo que le tengo mucho miedo, y se relaciona con las innumerables veces que a mi casa se han metido a robar. Despierto con el mínimo ruido, aunque para mi papá eso es ser paranoica. Tengo miedo de andar sola por la calle caminando. Siempre pienso que algo me va a pasar. Leyéndome, parece que mi papá tiene razón. Pero esto también tiene su fundamento. Me asaltaron una vez y desde allí nada fue igual. Dejé de ser ama y señora de mis territorios y ahora trato de llegar rapidito a la casa o de juntar las monedas necesarias para pagar un taxi. Porque también tengo miedo de que me pase algo en las micros, ya que también en una me robaron. Entre mala suerte y miedo. Así han sido los últimos 3 años. Tengo miedo de volver a enamorarme, porque no quiero volver a pasarlo mal, tengo miedo de que estos tiempos pasivos en los que estoy descansando desde principios de año se acaben, por que si todo tiene su ciclo, estoy viendo que lueguito este se va a terminar. Tengo miedo de caerme, en la escalera y en la vida. Tengo miedo de tener miedo y de no poder apartarlo de mi vida.
A veces también le tengo miedo a las personas. Y creo que por eso formo una barrera frente a ellas para no dejarlas entrar en mi mundo. Muchas veces quedo de tonta o de medio light, hasta autista a veces, por no dar una opinión frente a un tema que tal vés domino muy bien. No me gusta. Prefiero callar...y escribir.
El tipo de personas que me causa temor está mayormente concentrada justo aquí al lado mio. En la U. La mayor parte del tiempo me siento fuera de foco, pero vuelvo a mi hogar y el foco me alumbra a mí no más. Alomejor es eso, miedo a no ser el florero de mesa como lo soy en mi otro mundo, el cercano, o miedo a ser el florero de mesa con las flores medio podridas aquí en este otro mundo, el de muchas flores y floreros distintos, donde cada cual quiere ser el más alumbrado por el foco.No sé, creo que ni siquiera me da para ser flor. Tengo miedo de no cumpir mis sueños y metas, de terminar haciendo de mi vida algo que ni siquiera se me ha pasado por la cabeza como opción. En este momento tengo miedo de hecharme un par de ramos y terminar la carrera como en siete. Tengo miedo de que el doctor me diga que no tengo remedio, aunque honestamente, eso es algo que ya lo sé.
Y por último, tengo miedo a un montón de cosas más, que por tiempo y por consideración por quienes me leen, no voy a escribir para no seguir lateando.