martes, agosto 30, 2005

Bienvenidos a un día cualquiera

Me dispongo a escribir esta mañana, sobre lo que viví el día de ayer. Empezó como cualquier otro día, mi papá avisándome que el baño estaba ya desocupado, mi gato (Giussepe) maullando para que le abriese la puerta, y mi mal genio correspondiente a todas las mañanas ``normales``, estaban allí. Después del rito habitual matutino en el baño, llegué a la mesa a tomar desayuno y a no escuchar lo que me hablaba mi papá. Es que a esas horas no entiendo nada, todavía no funciono, soy un zombie que toma leche en una taza negra con un Homero SImpson pintado medio mal. Y bueno, salimos de la casa, con rumbo a la U, (si, soy mamona, mi papá todavía me va a dejar a la U) en el auto que en unos días más ya no tendremos, y como siempre pasa, he elegido mal la ropa. Porque siempre que me abrigo como esquimal, sale ese desagradable sol que me hace retornar el mal genio de cuando recién despierto, y cuando salgo toda veraniega, poco menos se pone a llover. En fin, la mañana transcurre como todos los días; clases fomes, clases interesantes, peleas con mis compañeros, empachos de comida en el recreo, horas sagradas en un computador, y adiós Universidad. Para variar no entré a Política, y me fui antes, sin despedirme de nadie, como siempre también. Iba al centro de la ciudad, cuando mi papá me llama para que nos juntemos a almorzar. Nos encontramos en el Cuerpo de Bomberos y subimos al casino del mismo a comer. A esas alturas el sol ya me tenía enferma, pero creo que no se me notaba tanto como otras veces (soy alérgica a éste). Desviamos la ruta habitual, y pasamos a la imprenta donde trabaja uno de los hermanos de mi papá, a quien le encargue me comprara la entrada para Moby, porque con la tarjeta de esa tienda sale más barata. Todavía no me la compra. Nos despedimos todos, tomo la micro y vuelvo a mi ciudad, a mi mundo. Traté de comenzar a leer una guía sobre el existencialismo de Kierkegaard; y digo traté, porque no puedo leer en las micros, o sea, no puedo leer sobre ruedas porque me ahogo y me mareo y, cuando creía que estaba lográndolo, se sube un amigo, se sienta a mi lado, y se entabla la conversación. Guardé la guía. Hablamos todo el viaje, que es de algo más de media hora. Llego a mi destino, me bajo, ahora hace frio, pero a estas alturas el clima me da lo mismo. Estoy cansada, siento como si la energía se me acabase por las tardes, y volviese a surgir cuando cae la noche. Ya estoy en mis territorios, y antes de entrar a mi casa, entro a la de mi amigo personal el asmatiko, que para variar está pegado jugando en su computador. Conversamos un rato y me voy. Cuando por fin llego a mi hogar, retomo a Kierkegaard y así pasan varias horas en trance, y me siento muy feliz de haber podido hacer eso, ya que el déficit atencional hace que me vaya a la cresta cuando empiezo a leer. Me cuesta un mundo concentrarme. Pero a veces lo logro, por lo menos por un par de horas, como ayer. En el momento en que me fijo más en el camión del gas que va pasando por afuera, doy por finalizada la sesión de lectura. ¡A dormir!. La siesta hace unos meses se ha vuelto sagrada para mí, lo cual me asusta un poco porque antes no lo hacía, y ultimamente estoy durmiendo mucho, demasiado creo. Giussepe juega con mi pelo mientras logro conciliar el sueño, cosa que a esas horas, es bastante fácil. Despierto cuando son las seis y media, me levanto, vuelvo al rito del baño, me abrigo como esquimal nuevamente y me voy, no sin antes poner todos los seguros imaginables para que no se vuelvan a meter los fuckin ladrones a mi linda casita. Paso donde unos amigos a encargarles que me graben un video, y me dicen que el viernes tocan en un pub y que si puedo grabarlos de nuevo. Yo feliz, me gusta jugar a ser camarógrafo, termino con los brazos hechos pebre, pero la paso bien. Salgo de ahí, voy otra vez donde mi amigo asmatiko, que está con su novia, mi también amiga La Negra, con quien usualmente voy al cine gratuito de los lunes. No quiere ir. Asi que me despido rapidito y me voy porque estoy algo atrasada. Pero me desvío y primero paso al cyber, a ver si llegaron los mails que nunca llegarán y a llamar a mi papá para que no se olvide de ir a buscarme, porque cuando terminan las películas ya no hay micros para volver. No hay mails y mi papá no contesta. Me voy al paradero. Llega la que me sirve y el chofer me mira feo cuando le muestro el pase, y más feo cuando ve que no tengo sencillo. Me pasa el vuelto de mala manera y me siento. Siento el viaje más largo de lo habitual. Y llego atrasada. Entro al cine y hay poquísima gente, menos que las otras veces, que igual nunca se llena. Gente tonta, es buen cine, y gratis, no entiendo porque no se repleta el lugar. El filme ya ha comenzado, pero eso no me impide entender la trama. Eso sí, no tengo idea como se llamaba la película, no decía en ninguna parte. Tras verla una frase se me viene a la cabeza, ``todas las formas de amor son válidas´´. La cuestión era que una mujer joven con cara y cuerpo de niña y aires de ingenuidad, tenía la tendencia de provocarse heridas, cortarse las piernas, para hacer real el dolor que de otras formas no podía expresar. La mina era toda masoquista y conoció al amor de su vida que andaba en las mismas que ella, pero que sentía culpa de lo que hacía y se aislaba de todo y todos. Entablaron así una relación jefe-secretaria bastante peculiar, en donde la chica en cuestión hacía mal su trabajo apropósito para que su jefecito la golpeara. Al final la cosa se volvió más romántica pero vista desde una perspectiva diferente al romanticismo tradicional. No quiero contarla entera por si alguien la ve, aunque ni siquiera sé su nombre. Salí del cine, miré para todos lados y ni rastros de mi viejo. Me empecé a urgir y caminé hacia el centro a buscar un teléfono. No había ningún teléfono. Pensé en todas las posibilidades y, conociendo a mi padre, lo más probable era que simplemente se había olvidado de mí. Y no lo digo juzgándolo, ni culpándolo, ni haciéndome la pobrecita, porque mi viejo es así, medio volado, bueno, bastante volado. Pesqué un taxi y me fui a la casa de mi hermanito, pensando que mi progenitor podía estar allí. No estaba, lo llamamos y estaba en la casa, acostado y durmiendo. Me mando a freír monos y más encima se anduvo enojando porque me olvidé de lavar la ropa en la tarde, y me dijo que no me pensaba ir a buscar, asi que como pudiera me fuera para la casa. Le falto decirme ``hazte hombre´´, como me repite siempre que me pongo dependiente y mamona y empiezo con los miedos inútiles. Conseguí plata, tuve que tomar otro taxi, volver al centro, bajarme del taxi, tomar otro y volver a Coquimbo. Todo esto para coronar la aventura con la pregunta más freak que me han hecho en los últimos tiempos. Después de un buen rato de viaje silencioso por la carretera, el chofer me dice: ¿Usted es cajera del líder? (!!!!????!!!!????) y yo plop!, le respondí que no, pero me pareció tan gracioso; me dieron ganas de seguir conversando con el chofer, pero algo me dijo que esas eran las palabras que finalizaban mi día. Uno más en la vida de esta mujer en construcción.



7 comentarios:

Isabel Bertossi dijo...

Me encanto esa expresión final, Gabriela, “mujer en construcción”. Es un excelente título para un poemario. Hasta ganas de copiártelo, tengo, jajaja. Es broma. No es nada lindo que se olviden de una y te dejen esperando en medio de la noche, pero bueno…

Pamela Palma Z. dijo...

Can be?...

"La secretaria" http://www.imdb.com/title/tt0274812/

A mi en particular me encantó la película..tuve la suerte de verla hace dos años para el lanzamiento de una revista de cine "el amante"..


Aparte de eso prometo leerte con más detalle en cuanto llegue a santiago..aun estoy en el norte y lo de los cibercafes..

Un beso..y nos vemso en Moby!

Remiso dijo...

jajajajajajajajaj cajera del lider. juajuajuajauajuajuajaua. ES bastante gracioso. Ok, si es bastante bizarro. No te pueden hacer ese tipo de preguntas.SAludos niña en contruccion.

Anónimo dijo...

Bueno, no creo que sean puras tonteras si se te ocurren, porque las cosas son porque deben ser o algo así.

Sobre lo mio... Como tu bien dices, no puedo entender aún porque tu no entiendes mis pesadeces, o sea, yo se, como tu bien dices, que no tengo vida (sale al ladito, en tus liks), pero aún no entiendo, como una mujer como tu no comprende que NADIE tiene vida, porque ir al cine gratis, o que el micrero te mire feo no es tener vida, eso me ha pasado hasta a mi y no me importa, no es relevante para nada y para nadie. Ok. Dejaré de lado mi conducta antisocial y te agradeceré tus comentarios y tus intentos de... construirme.

Y, por si te interesa... muchas cosas de las que digo son verdad. Mi verdad. Pronto comenzaré a decir mentiras.

Saludos

Spiral dijo...

siii era la secretaria...esa mismita

Jesus Juyumaya dijo...

Hello, E
Entretenido tu "dia cualquiera", se me paso rapidito tu post, lo leí de una. El final de tu historia lo encuentro simplemnte genial, como una novela.
Muy cómico.
Best Regards,
Adieu.

Anónimo dijo...

Me gusta como escribes, te felicito...

Saludos

Javier
www.portalcoquimbo.cl

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