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Las coincidencias no existen.
Creo en la causalidad no en la casualidad.
Me quedan chicas las teorias de Engels, Breton y su azar objetivo; Jung y su sincronismo y sincronicidad.
Creo en algo más grande.
Sólo creo.
Las coincidencias no existen.
Yo aquí y tu allá por algo.
Porque así debió ser.
Porque así esta escrito.
Las coincidencias no existen.
Y tu lo sabes.

Que son sino deseos reprimidos durante el día
que florecen en las calmas aguas de la noche;
oscura
clara
confusa
brillante,
henchida de sinrazones
cubiertas de motivos falsos que buscan justificar su alumbramiento.

Manifestaciones espontáneas desprovistas del envoltorio
de los días añejos
claros
oscuros
confusos
errantes
que traen el líquido mareador
alucinógeno
de realidades falsas

Recuerdos de esas vidas pasadas,
anteriores al caos presente,
prometedoras de viejos nuevos tiempos,
reminiscencias de un alma inquieta,
coqueta
tibia
de hielo
rojiza
transparente,
en eterna búsqueda,
cubierta del polvo del hoy,
queriendo escapar a las paredes de sangre coagulada y podrida de mensajes externos
atrapada entre las sienes dibujando trazos
oscuros
claros
confusos
brillantes;
sueños de antes
de hoy
de mañana
que no renacerán
que nunca más serán.

No. De nuevo, no.

Bajé en bicicleta una quebrada. Una quebrada mojada, verde, empinada, en un día igual de mojado, nublado, solitario, gris, verde, mojado. Una casa grande apareció abajo. Estacioné mi bicicleta. La señora abrió la puerta. Yo la conocía, ella me reconoció. Entré, como siempre, a buscarlo. El nunca me busca. Algo pasaba, pero no puedo explicar qué. Aun puedo sentir la angustia del reencuentro; los abrazos y besos desesperadamente patéticos del estar juntos después de siglos, en este lugar, y no en otro. De no querer separarse, de querer detener ese instante, pero saberlo imposible. El sentimiento doloroso de querer y no poder; la extraña sensación de vacío llenado de polvo con fecha de vencimiento que de un soplido queda en nada nuevamente, pero sin lograr asimilarlo, sin querer aceptarlo. Una vez más en mis sueños, una vez más en mis noches. Una vez más todo es mentira. Siempre buscando, siempre yo. Tu sólo estás allí, para quien llegue, para matarme las ganas otra vez; para recordarme lo miserable de mi existir, para que no olvide quien soy, quien fui y quien eres. Siempre presente. Volviendo. No se andar en bicicleta y no tienes una casa grande bajo la quebrada mojada. Todo es mentira. Pero siempre allí, tendido, enfermo, necesitando, callado, orgulloso, maldito, esperando que vuelva, sabiendo que vuelvo. Todo es mentira. No quiero llamarlo sueño, no puede llamarse sueño. Es una farsa; como tú, como yo, como nuestro pasado en común, como lo que fue y no es, como tu casa y mi bicicleta, como lo que escribo, como lo que no te digo... No quiero... Otra vez no... Quiero borrarte de mis sueños... Quiero... No quiero más este sueño..

Invisible

Hay cosas que me juegan en contra.
Cada día odio más la Universidad. Cada día amo más a Bjork.
Hay cosas que me juegan en contra.
Odio mi cara de guagua. Odio no representar mi edad.
Hay cosas que me juegan en contra.
Ya no quiero jugar más.
No voy a ser periodista, y que?
Voy a dejar este lugar, y que?
No voy a ser profesional, y que?
Voy a escribir mal toda mi vida, y que?
Voy a ser más feliz que todos ellos.
Voy a encontrar mi verdad.
Amo a Bjork porque es una mujer con aspecto de niña que aprovecha ese aspecto para jugar.
Inocente ironía.
Como yo.
Pero hoy me juega en contra.
Ya no quiero jugar más.

Mas de árbol

El Conocimiento (texto de Jodorowsky)

Estaba en el desierto. Miró a la derecha y un árbol surgió a su izquierda. Giró la cabeza hacia la izquierda; el árbol apareció para crecer a su derecha. Ojeó hacia atrás, el árbol apareció delante. Atisbó hacia delante, el árbol brotó atrás. Cerró los ojos para ver si lo llevaba dentro. Se convirtió en ese árbol.

Como claramente dice arriba, esto no es mío.
Pero quiero compartirlo.
Adios.
http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/jodorowsky

Y por qué no?

Quiero ser un árbol
para estar entre el cielo y la tierra
y que los pajaros aniden en mis ramas
buscando refugio a su aventura alada.

Quiero ser un árbol
y florecer en primavera
guardando en invierno el secreto de mi ofrenda.

Quiero ser un árbol
y hablarte cuando caigan mis hojas como lágrimas
que inundan el paisaje de colores
anunciando mi renovación.

Quiero ser un árbol...