Y de pronto todo se aclaró

Anton Chéjov, maestro del cuento realista moderno, jamás imaginó que su obra trascendería hasta nuestros tiempos. Y es que nadie ha podido imitarlo. Su principal atractivo radica en su magistral técnica para estimular la imaginación del lector. Y es que nadie pensaba como él: lo que no está escrito es lo más importante.
En solo 44 años de vida, Chéjov logró, además de plasmar su manifiesto, ayudar a los jovenes literatos quienes pedían sus consejos; a diferencia de muchos otros escritores egoístas en estas materias. Numerosas cartas, en las que abundan las notas y las reflexiones fueron las rescatadas y recopiladas por el profesor de literatura de Venecia, Piero Brunello, quien hoy publica el libro ``Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores´´(Alba Editorial). Una joya para los que estan dispuestos a recibir una ayudita para comenzar a escribir o empezar a hacerlo un poco mejor.

``Y de pronto todo se aclaró`´ una de las frases chejovianas más recordadas. Porque ``en ella está la luz y la sombra``, como diría el autor, quien a diferencia de otros como Tolstoi no ofrece respuestas, sino que plantea preguntas.
``No seamos charlatanes; y digamos con franqueza que en este mundo no se entiende nada. Sólo los charlatanes y los imbéciles creen comprenderlo todo``. sentencia, para finalizar.

Mujer en Construcción*