Hoy abandono mis sentidos,
en pos de la lucha interior.
Humano, maldito, enfermo, maniatico;
no quiero saber nada más de tu incontrol.
La formas parecen confusas,
cuando despierto a la ilusión del mundo que me rodea,
No comprendo el amor por lo que no es tuyo;
no entiendo ese afán por manipular.
Recuerdo las horas del magnifico silencio,
donde no existen las paredes que creaste en tu mente,
enfermo, maldito, humano, indecente;
el hogar de tu alma no descansa en un colchon.
Transmito en frecuencias de bajos niveles,
la luz del sonido no alcanza a llegar,
elefante dormido al camino de Maya;
sabio quien dice lo que hay que escuchar.
Abandono mis cargas sediento de calma,
mis pasos son gotas que manchan mi karma,
Nacidos esclavos de nuestros propios sentidos,
que me han impuesto y no quiero usar más.
No elegimos vivir de este lado,
ilusos concluyen saber la Verdad,
Navego en la barca guiada por la luna;
que hoy a resuelto no salir nunca más.
Los tiempos que corren no tienen la marcha,
que tiempos atrás se pudo imaginar,
Relojes no marcan las tintas destiñen;
Los ojos no vuelan y las bocas maldicen.
Tirano el desierto de nubes viscosas,
revela ante ti lo que no pudiste oir,
Te muestra el camino de espinas y rosas;
el mismo que anduviste sonriendo feliz.
Jardines de Maya y Velos de Isis,
senderos cubiertos de nunca acabar;
Humano, maldito, enfermo, ignorante,
Apago mi mundo y vuelvo a empezar.
miércoles, noviembre 03, 2010
La Estrella Errante
Recorriendo pasajes perdidos
me encuentro persiguiendo los ultimos rencores sin gusto
Andando sin rumbo en los pequeños circulos sin fondo
que hunden mis pisadas en la masa fangosa,
rellena de la misma crema que vi untarte en esa cara olvidada y maltrecha
el mismo momento en que decidi no comenzar nuevamente y derretirme...
en el fondo de mi propio abismo...
Cautelosa sin cuidado del tropiezo,
Soy la Maga sin sonrisa que juega con las gotas que caen de la flor,
Mientras huyo con los ojos vendados entre los valles del silencio...
ese silencio ensordecedor, que no deja de seguirme, aun cerrando todos mis orificios y mis mundanos sentidos...
Ganadora de los últimos, perdedora invencible...
Infortunio como chaperón,
desde que asumí aquel destino exquisito, cargado de lo que yo misma no supe hacer...
Ahora navego mareada
en aguas tormentosas
vomitando cada tormenta voluptuosa,
entregando lo que peor se hacer...
Vagando por un mundo que no existe...
Amarrada a pesadillas sin voluntad...
Caí de allá arriba y no supe si quería volver...
Errante ni mi sombra me sigue...
No soy lo que dije un día Ser.
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