Las palabras no llegan al fondo de la tierra
Donde no hay mayor riqueza que la pura alegría
Sin quererlo ya estoy disminuyendo lo verdadero,
contándolo como un relato pasajero...
El árbol que nos cobija hoy nos encierra bajo su manto
nos envuelve y disfruta de nuestro canto desinteresado,
No hay más realidad que la inmediata,
no hay mas felicidad que nos inunde,
tanto como la que hoy experimentamos,
Volando con alas en el espíritu,
soñando con los ojos abiertos,
riendo como hojas de ese árbol que nos cobija y que nos alimenta de energía renovadora...
No hay congruencias y no hay contradicciones...
El mito se funde con la historia concreta,
Nada es como parece porque la dimensión ha cambiado...
Y nos encontramos en un lugar sagrado...
Destinado a los pocos,
Mal entendido por los muchos...
Los frutos más sabrosos hoy se encuentran exacerbados de ambrosía,
la miel de tus ojos hoy sabe mucho más deliciosa
y los aromas del manto verde se balancean sinuosos como el viento colorido
Aromas danzantes, colores centellantes,
Analogía de lo perfecto en duración limitada...
El viaje sin movimiento ha comenzado
y mis brazos son cargas que voy dejando en el camino,
muy pesados para llevarlos conmigo...
poco a poco las piernas también pesan y ya no sirven,
mi cuerpo es inútil en este camino divino,
voy soltando de a poco mis amarras y diviso lo mas cercano al paraíso...
Donde puedo amar siendo parte del Todo,
donde el Universo deja entrar en sus misterios...
Y vuelvo a encontrarme con esa mitad perdida...allá bajo ese árbol que nos cobija...
